viernes, 28 de octubre de 2011

Arcos, libros

(en Sophos; inspirada y dirigida a Tomas Transtomer (Premio Nobel de Literatura 2011); y su poema “Arcos Románicos”)

No recuerdo si llegué a contarte que también estuve allí.
No, no era un iglesia medieval de paredes macizas,
carecía de arcos redondeados y de bóvedas cilíndricas.
Era… era una librería
y sus ladrillos incontables se ordenaban en estanterías;
atractivos, eso sí; insinuantes, demandantes de horas de lectura
                                                                                  (que no poseía),
descubridores de mundos, contenedores de tantas respuestas...
                                                            (a tantas de mis preguntas).
El deseo de abarcarlo brotaba en mi alma,
el poder, la fascinación…
En una mirada…. TODO
y al mismo tiempo… nada.
                                 (un trillón de páginas ocultas)
Impotencia, insatisfacción,
duda ante cualquier elección,
pequeñez infinita…

Las luces centellearon,
la música cesó un instante…
¡mi ángel!;  sonrió, se fusionó a mi alma;
hizo más densa mi sangre
y me gritó, con un susurro.

-Muchacho, levanta los ojos, sonríe.
Nunca tendrás todas las palabras, ni dominarás las lenguas;
ni siquiera comprenderás las páginas de tu alma.
Pero aprovecha el regalo: construye, escribe.

Con la paz del encuentro contemplé la sala;
dispersos, entre los estantes
caminaban libros, caminaban plumas.

                                                           (25 de octubre de 2011)